La lluvia con frecuancia ablanda mis temores, traspasa mi alma. Entonces me refugio en tus brazos sin razon alguna, tranqilo y viendote a los ojos durante horas, siento el ritmo de las gotas qe salen de mis pensamientos y cosechan ideas, ideas de felicidad junto a ti.
Nuestras sombras no se apartan, se aprietan mutuamente a nuestros cuerpos mezclados con silencio y parpados felices. A travez de mis parpados yo contemplo tu belleza quieta, la murmuro, la respiro con mi boca qe recorre la palma desierta de esa mano, adherida al imsomnio, sin explicarme como esa mano es mi mano, sin saber porqe causa se empeña en amarme.
-No soy yo qien se pasa la lengua entre los labios, alsentir qe la boca se me llena de arena por el deseo.
-No soy yo qien te espera en mi ansiedad, qe las horas me acerqen al alivio del sueño si esto no sucede, ni el qe esta cn mis manos, mirando, entre mis huesos, tu mano qe me acaricia suavemente.
-No soy yo qien escribe estas palabras tan reales y huerfanas.
Cuando menos lo esperaba me besaste.
Ya no existia nada, la nada estaba ausente; ni oscuridad, ni lumbre; ni una mano celeste; ni vida, ni destino, ni misterio ni muerte, pero seguia volando y deseandote .. deseperadamente.
